La primavera, esa época del año en la que la vegetación florece, las terrazas se llenan y la gente parece más contenta, aunque unos más que otros. Con su llegada, afloran las primeras alergias , y es que cuando el termómetro comienza a registrar las primeras subidas de temperatura, comienza la polinización. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC), cuenta en 8 millones los españoles afectados por las partículas de polen. Se trata de una de las alergias más comunes en nuestro país y se da con mayor frecuencia en ambientes urbanos que rurales ya que la contaminación atmosférica favorece su efecto.
Puede, que si eres una de esas personas afectadas, te plantees dejar de hacer ejercicio cuando tu organismo se ve afectado por el polen pero un estudio, aunque con una muestra pequeña de solo 27 pacientes, ha demostrado que aquellas personas que realizaron 30 minutos de cardio tres veces por semana durante 8 semanas, mostraron una mejora significativa en ciertos marcadores. El estudio reveló que se trata de ser estratégico y tratar de que la rutina no inflame el aparato respiratorio. Para ello, los ejercicios a realizar serán determinantes para mejorar o padecer los síntomas de las alergias al polen.
Elige tu entrenamiento sabiamente
Minimizar el impacto de los síntomas de alergia haciendo ejercicio pasa por elegir el entrenamiento adecuado. Algunos tipos de ejercicio, especialmente los entrenamientos de alto impacto como HIIT o kickboxing, aumentan el ritmo respiratorio y puede empeorar los síntomas. Por lo tanto, modalidades como el yoga o entrenamientos de fuerza son las alternativas a considerar.
Aunque los expertos recomiendan realizar ejercicio al aire libre, ya que la exposición a la luz solar aumenta la producción de vitamina D muy importante para la regulación inmunológica, se puede entrenar en el interior y optar por opciones que eviten el contacto con los alérgenos, como una clase de baile o el famoso pilates. Lo importante siempre es encontrar algo que haga sentirse a uno a gusto consigo mismo y realizar ejercicio para gozar de buena salud.
El reloj importa
Si planeamos una sesión al aire libre, planificar el horario de entrenamiento puede ayudar a evitar las horas en las que los alérgenos aumentan. Generalmente, lo hacen durante el día y por la noche disminuyen. Por ello, las primeras horas de la mañana o las últimas de la noche son los mejores momentos para hacer ejercicio si se trata de minimizar la exposición al polen.
Ten a mano una aplicación meteorológica
En la era tecnológica todos contamos con una aplicación en la que consultar el estado meteorológico. Esto puede ser especialmente útil para los alérgicos al polen ya que los niveles aumentan justo antes de las tormentas eléctricas. Una vez ha pasada la tempestad, el aire queda más limpio al eliminarse el polen del aire. Ese momento es el ideal para salir a ejercitar el cuerpo al aire libre. Por otra parte, se debe tener en cuenta que un clima seco o ventoso puede empeorar los síntomas.