El que ríe el último, ríe mejor. El charlatán Jimmy Butler, siempre expresándose entre burlescas sonrisas, parecía haberse ido de rositas a San Francisco, donde había hecho resurgir los Golden State Warriors al lado de Stephen Curry. Todo era felicidad para la Bahía y para Jimmy y desolación en la alegre Miami, condenados a la fatalidad sin Butler, resignados a un récord de 5-17 sin su ex estrella.
Pero anoche las tornas cambiaron en la primera vez que el alero entraba al Kaseya Center como forastero, su primera vez en Miami tras la brusca ruptura.
Los Heat dejaron de ser los pobres Heat a los que Butler abandonó para infligirle la peor venganza al alero. El conjunto de Erik Spoelstra vapuleó a los Warriors por un contundente 112-86 en una humillación en la que el conjunto de Steve Kerr no pudo contar con Stephen Curry.
La baja del señor de los triples puso aún más responsabilidad sobre Jimmy Butler, que sin su compañero de dúo tenía que demostrar que era un líder con todas las letras, con la personalidad y el talante suficientes para comandar a los Warriors en tan caliente plaza, con muchos aplausos pero también un buen puñado de silbidos.
Sin embargo, Butler falló y apenas anotó 11 puntos en 29 minutos con un 5/12 en tiros de campo, viendo cómo jóvenes como Jonathan Kuminga y Brandin Podziemski respondían mejor con 15 y 14 puntos. Aunque todo parezca darle igual, a la estrella de 35 años pudo pesarle las malas formas con las que forzó su salida de Miami, ausentándose de entrenos y perdiéndose vuelos en maniobras propias de su amigo Neymar que le costaron suspensiones por parte del equipo. Además de la derrota y su pobre desempeño personal, Butler se llevó un mate de Adebayo.
En contraste con los Warriors, los Heat se lucieron como equipo, en búsqueda de una plaza de play-in pese a todo porque el esfuerzo y la fe son innegociables en la cultura de los Heat sean cuales sean las circunstancias. Bam Adebayo y Tyler Herro firmaron 27 y 20 puntos, Alec Burks aportó 17 y el prometedor pívot rookie Kel’el Ware un doble-doble de 14 tantos y 10 rebotes.
Jimmy Butler, que recibió su vídeo de tributo, dejó claro antes del partido que su relación con Pat Riley está muerta. Empezó a deteriorarse cuando Riley le sugirió a la estrella que cerrara el pico después de que Butler se aventurara a decir en una fiesta el año pasado que, de haber jugado él, los Heat habrían eliminado a los Celtics en primera ronda.
“No tengo nada que decir a Pat. Y más le vale a Pat no tener nada que decirme a mí”, advirtió Butler. El 112-86 era en realidad lo que los Heat y Riley tenían que decirle. Miami no juegue probablemente playoffs como sí tienen muchas posibilidades de hacerlo los Warriors. Pero, en su enfrentamiento con Jimmy Butler, los Heat acabaron por reír último y mejor.